jueves, 29 de octubre de 2015

Pilar Geijo: "El miedo lo tiene uno y yo siempre digo que lo mejor es hacerlo para superarlo"

(Por Agustina Farias) - La nadadora de Aguas Abiertas, actualmente tetracampeona mundial, nos contó sus experiencias personales y curiosidades de esta gran disciplina.


                                           (Página web. www.eldepornauta.com.ar)


-Toda persona que nada en aguas abiertas, anteriormente practicó natación común. ¿Cómo decidiste iniciarte en esta disciplina?
Yo arranqué a nadar a los seis, por un tema de seguridad. Mis papás siempre nos llevaban a todos a practicar natación por seguridad, porque en vacaciones íbamos a lagunas. Todo eso era lo más importante de la natación. Mis hermanas ya estaban en el equipo y eran más grandes que yo, entonces era una motivación para mí estar con ellas. Puntualmente de cuando me inicié en aguas abiertas, al principio nadaba solo pecho pero después empecé a hacer distancias largas en pileta y me gustaba el tema de nadar en cantidad. 500 metros es lo máximo que hay en pileta. Así que empecé con las aguas abiertas  a los 15 años. La primera vez fue en San Antonio de Areco y al principio hacia las dos al mismo tiempo. Después me di cuenta que algún momento iba a tener que decidirme por alguna, porque siempre digo, si vos querés ser en algo muy bueno tenés que dedicarte al 100% a eso.

-¿Qué diferencias hay entre un entrenamiento de natación y uno especial de aguas abiertas?
En aguas abiertas puede haber carreras de diez horas. Hay que trabajar más el fondo, el aeróbico que no lo trabajás tanto en pileta. De todas maneras no incide tanto para un nadador de 1500 metros, sí para un nadador de 50 metros. Osea, el nadador de 1500 metros puede competir en aguas abiertas está preparado físicamente. El tema es si le gusta o no.

-¿Cuánto tiempo le dedicás de entrenamiento? ¿Cómo es tu rutina semanal?
El aeróbico es todos los días. Todos los días entreno doble turno. A la mañana y a la tarde natación y además tres veces por semana hago gimnasio. Además de todo esto, todos los días yo hago elongación de media hora, hace muchos años. Así que es dedicado al 100%.

-Sabemos que ganaste muchos títulos ¿Recordás el primero?
El primero fue en el 2010. En la anteúltima carrera yo ya venía primera y yo sabía que sólo tenía que terminar la carrera porque ya venía ganando igual por diferencia de puntos. En ese momento, el reglamento decía que no sólo tenías que participar  de la carrera, sino que tenías que terminarla. Después se cambió. En ese momento me agarró una ansiedad total. Igual la última carrera eran 15 kilómetros nada más, tres horas pero sentía mucho miedo de no poder terminarla. El reglamento me parecía medio exigente porque tener que terminar si o si la carrera, si no perdías todo lo anterior. Así que me acuerdo que llegué bastante nerviosa. La realidad por otra parte es que no lo pude disfrutar mucho porque al final fue cancelada porque falleció un chico en una carrera del día anterior. La competencia había sido en Emigratos Árabes, el agua estaba muy caliente, afuera hacía como 45° y el chico se descompensó y se ahogó.  Por eso después cambiaron el reglamento. Tenía muchas posibilidades de ganar el circuito y seguramente sintiéndose mal siguió porque se tenía que terminar si o si.

-¿Se modificaron otros aspectos del reglamento?
Si, seguridad. A partir de ahí tiene que haber determinada cantidad de botes.

-¿Desde ese momento hasta hoy caés en la cuenta de todos los títulos que conseguiste?
No, la verdad que no. Siempre digo que me doy cuenta que es importante para mí como objetivo personal. Pero para mí son más importantes otras cosas en mi vida, como tener salud, mi familia unida. No es lo más importante de mi vida.

-El año pasado escribiste en tu blog una nota que se llamaba “excusas del ganador”, dónde contabas una anécdota muy interesante, con una gran conclusión y mensaje ¿Qué fue lo que hizo que escribieras esa nota?
Lo que me había pasado es que yo gané la carrera, pero a mí me pasaron diez mil cosas en el medio que tuve que superar y me di cuenta que si yo no hubiera ganado y hubiese dicho me pasó esto o lo otro, me golpeaban, no podía hacer pis, los vasos y demás. Era interpretar las excusas, digamos que pasaba cuando yo  así había ganado. Nadie piensa que sos excusas y sin embargo hubieran sido excusas si no hubiera ganado. Quiero decir, como un resultado puede la decisión de uno. Así que por eso le puse ese título “Excusas del ganador”, porque me dí cuenta que tenía miles excusas, que la gente podía decir que eran pero si no hubiera ganado, pero gané, entonces ¿Qué eran?

-¿Hacés algún ejercicio mental para afrontar estas competiciones que requieren de muchas horas bajo el agua?
Tengo un psicólogo deportivo que me ayuda que en determinadas situaciones pueda revertirlas. Son técnicas que se aprenden. Bajar la ansiedad por ejemplo. Pero la realidad es que ya son muchos años entonces ya sé las sensaciones que voy a vivir y sé que los momentos malos también pasan. Tomo todo de una forma muy natural.

-Sabemos que reprensentás a River y la verdad es que siempre se cree que River sólo es fútbol y hay un montón de deportes. ¿Cómo llegaste al club y que significa para vos a nivel deportivo?
Yo llegué a River cuando tenía 18 años, después de nadar en GEBA. Nadé dos años en el equipo, después me pasé a otro club un año nada más y volví y ya estoy en el club hace 8 o 9 años. Lo que tiene River es que lejos en cuanto la natación, en realidad en todos los deportes, es una de las mejores. No sólo por la pileta de 50 metros que hay muy pocas, si no por las instalaciones que tiene alrededor, la flexibilidad de horarios.  Como institución es lejos la mejor de la Argentina.

-Por último, un consejo que le puedas dar vos a aquellos que les interesa empezar a nadar en aguas abiertas, pero por ciertos motivos no se anima.
A la gente le sorprende las aguas abiertas porque es mucho no ves. Al principio a mí me sorprendía lo mismo, pero todos deberían hacer la experiencia en aguas abiertas para ver que sienten. La realidad es que las carreras tienen seguridad, así que no hay que tener miedo porque está previsto esto. A mí me pasó que la sensación de libertad que yo tuve es hermosa  y sobretodo el contacto con la naturaleza, la sensación que no das vueltas porque nadas siempre derecho, es hermoso. Osea probarlo aunque sea una vez para decir que no te gusta, pero no hacerlo sería una lástima realmente. Mi recomendación en cuanto al miedo es hacerlo en grupo, con un profesor, avisar a un guardavida o alguien que esté en la playa y animarse. El miedo lo tiene uno y yo siempre digo que lo mejor es hacerlo para superarlo, esto desde el aspecto mental. Desde lo práctico, lo que hace mucha gente cuando empieza es atarse un torpedo a la cintura, por seguridad y  para pedir ayuda, eso se utiliza mucho. De hecho la gente que es profesional, que va nadar sola al mar, lo hace. Hay que animarse a hacerlo, hay que romper esa barrera. Romper barreras siempre depende de uno. Uno te puede alentar a hacerlo pero el que toma la decisión es uno. Tomar decisiones es difícil, pero también muy reconfortantes cuando las tomas.


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