martes, 29 de septiembre de 2015

La matronatación, el agua y los bebés

                                                   (Fuente sede.arjona.com.org)


(Por Agustina Farias)El agua ha sido desde siempre uno de los mayores estimulantes en los bebés. Por esa razón hoy en día ha crecido el porcentaje de actividades que se realizan con los niños en las piletas,  sobre todo porque es una actividad que ayuda a desarrollar la motricidad y fortalece la relación con los padres.

La natación para bebés es conocida mejor como matronación. En realidad es un ideal del deporte en sí, ya que poco tiene que ver con "nadar" debido a que esto podría lograrse entrando en la etapa de los 4 años, pero sí brinda infinidades de beneficios que ya conocemos y son aplicables en cualquier edad. 

Esta actividad ha crecido a lo largo del tiempo y cada vez es más recomendada por los pediatras luego de los seis meses de vida donde el sistema inmunológico se encuentra más desarrollado. Es importante tener en cuenta la elección adecuada y el buen estado de las pscinas. Según la propia AEP, este incremento del riesgo no sucede si los niveles de cloración del agua están dentro de los límites establecidos.

Los beneficios de la matronatación se ven reflejados por ejemplo, en el desarrollo psicomotor, ya que el agua les da una agilidad y libertad de movimientos importante y le permite adquirir de pequeños la noción de desplazamientos y distancias.  Además fortalece el sistema cardiorrespiratorio y el sistema inmunológico, aumentando la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre.  

Otros aspectos positivos se ven reflejados en el Aumento del coeficiente intelectual y el desarrollo de habilidades vitales de supervivencia. También es de gran ayuda para la relajación, el logro de seguridad y el desarrollo muscular que  favorece a algunos niños a la hora del comienzo del gateo o en los primeros pasos.

(Fuente blogs.okdiario.com) 

Mas allá de las consecuencias físicas positivas que trae, refuerza el vínculo de amor y confianza con los padres dentro de un ámbito lúdico y recreativo, donde se crean distintas situaciones de juego. Este fortalecimiento afectivo aumenta la autoestima del bebé.

Dejando de lado la continuidad que pueda tener el niño a futuro en este deporte, es una experiencia única que brinda la proporción justa entre el aprendizaje, la salud y los vínculos afectivos.

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